El vino australiano regresa a China tras aranceles, con cautela y altas expectativas

El vino australiano vuelve al mercado chino tras un prolongado periodo de tensiones comerciales y la imposición de aranceles que prácticamente habían frenado su exportación hacia el gigante asiático. En medio de un clima de cautela, pero con optimismo, los productores australianos de vino buscan recuperar el terreno perdido en uno de sus mercados más importantes a nivel global.

China, que fue durante años el principal destino para las exportaciones de vino australiano, decidió aplicar en 2020 elevados aranceles de hasta el 218% a estos productos, en un contexto de deterioro de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Esto provocó que el comercio entre ambos sectores prácticamente se paralizara, lo que obligó a los productores australianos a buscar mercados alternativos en lugares como el Reino Unido y Estados Unidos. Sin embargo, estos destinos no lograron compensar la caída de las ventas en China, que en su momento representaron un tercio de las exportaciones totales del vino australiano.

Ahora, con el alivio de las tensiones diplomáticas y el inicio de conversaciones más positivas, las oportunidades para el vino australiano en China parecen reabrirse. Uno de los primeros pasos destacados en esta dirección es la reciente posibilidad de que algunos exportadores vuelvan a enviar sus productos, aunque de manera limitada y con un enfoque prudente debido a la inestabilidad pasada. Pese a esto, los analistas y productores del sector se mantienen cautos, ya que temen que cualquier cambio inesperado en el clima político pueda impactar nuevamente en el comercio.

Los expertos señalan que el regreso del vino australiano a China no será inmediato ni fácil, dado que otros países productores han aprovechado este periodo de ausencia para cubrir la demanda del mercado chino. España, Chile y Francia, entre otros, se han establecido como actores clave para los consumidores chinos. Esto implicará un esfuerzo redoblado por parte de la industria australiana para reposicionar su producto frente a una competencia cada vez más fuerte.

Pese a los desafíos, los productores ven este retorno como un rayo de esperanza en un contexto global económico complejo y buscan capitalizar en la recuperación gradual de las relaciones bilaterales. Además, el vino australiano goza de gran prestigio en el mercado chino por su calidad, lo que representa una ventaja estratégica en este proceso de recuperación.

Por lo pronto, tanto productores como analistas harán un seguimiento estrecho del desempeño en el mercado en los próximos meses, mientras que las autoridades australianas continúan buscando acuerdos adicionales que fortalezcan los vínculos comerciales entre ambas naciones.

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