Tensión comercial: Diputados franceses rechazan acuerdo Mercosur-UE
En un nuevo capítulo de las complicadas negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, la Asamblea Nacional de Francia emitió un rechazo rotundo al acuerdo comercial entre ambos bloques. La votación, que tuvo lugar en París, demostró un consenso contundente con 281 votos en contra, 58 a favor y 20 abstenciones. Este resultado envía un mensaje claro a la Comisión Europea, planteando graves dudas sobre el futuro del pacto, que lleva más de dos décadas en discusión.
El acuerdo entre Mercosur, que agrupa a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y la UE fue anunciado inicialmente en 2019 tras 20 años de negociaciones. Sin embargo, su ratificación ha enfrentado múltiples obstáculos, en su mayoría relacionados con preocupaciones ambientales. Francia ha sido históricamente una de las voces más críticas, citando inquietudes sobre la deforestación en la Amazonía y el impacto potencial en su sector agrícola.
Los diputados franceses acusan al acuerdo de ser inconsistente con los compromisos europeos en materia de sostenibilidad y transición ecológica. El ministro de Comercio Exterior francés, Olivier Becht, comentó que Francia no puede apoyar un tratado que comprometa los estándares ambientales ni favorezca una competencia desleal que impacte negativamente en su economía local. Nuestra posición es pragmática: queremos un acuerdo equilibrado que no sacrifique ni el medioambiente ni a nuestros productores, afirmó Becht ante los legisladores.
Por el lado del Mercosur, en especial en un país como Argentina, que enfrenta una crisis económica profunda, la implementación del acuerdo es vista con cierto optimismo como una ventana de oportunidad para expandir exportaciones agroindustriales. Sin embargo, este optimismo ha encontrado poca reciprocidad en mercados europeos, donde la preocupación por el cumplimiento de medidas ambientales por parte de países sudamericanos sigue siendo una barrera clave.
El rechazo francés se suma a las críticas de otros sectores dentro de la UE, dejando al acuerdo en un limbo a pesar de los esfuerzos de la Comisión Europea por avanzar en su ratificación. Desde Bruselas, se había planteado la posibilidad de añadir cláusulas adicionales para garantizar la sostenibilidad. No obstante, el voto francés muestra que esta estrategia no será suficiente para vencer las resistencias internas.
A medida que las conversaciones se estancan, el futuro del acuerdo comercial sigue siendo incierto, con actores clave dentro de Europa disparando señales de rechazo. Para los países del Mercosur, esta es una advertencia sobre la dificultad de penetrar mercados más protegidos y con normativas complejas. La pelota, por ahora, parece estar en el campo europeo.