En una semana que ha generado altas expectativas en el mercado bursátil, la compañía de taxis autónomos [Cox] se prepara para debutar en la Bolsa de Estados Unidos este viernes, según informó iEconomia.com. Después de múltiples especulaciones y una larga espera, la firma finalmente podría protagonizar una de las Ofertas Públicas Iniciales (OPI) más importantes del año.
Cox, que desarrollará su cotización bajo el símbolo COXT, prevé recaudar cerca de 2.000 millones de dólares con su salida a bolsa, una suma significativa que ha captado la atención de fondos de inversión y analistas del mercado. La compañía, que aspira a convertirse en líder en el sector de automóviles sin conductor para uso comercial, ha atraído un enorme interés debido a su innovación tecnológica y a las crecientes inversiones en movilidad sostenible.
Según fuentes cercanas al proceso, los tenedores de la OPI de Cox han fijado un rango de precios de entre 25 y 28 dólares por acción para su debut, lo que implicaría una valoración de más de 20.000 millones de dólares para la empresa. Si bien este tipo de compañías aún enfrenta numerosos desafíos legislativos y regulatorios en distintas jurisdicciones, los analistas destacan el potencial disruptivo del negocio, con expectativas crecientes sobre su capacidad para revolucionar el sector transporte.
El debut de Cox en la bolsa se produce en un entorno económico donde las OPI no han sido tan frecuentes en el segundo semestre de 2023, destacándose como una de las pocas grandes operaciones que han llegado al mercado en medio de la incertidumbre macroeconómica global. Las restricciones derivadas del aumento de tasas de interés y la volatilidad en los mercados financieros habían reducido el número de salidas a bolsa en los últimos meses, pero el caso de Cox podría marcar un cambio de tendencia, incentivando a otras empresas tecnológicas a seguir sus pasos.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es el enfoque de Cox en ser una empresa sustentable y libre de emisiones de carbono en sus operaciones, algo que resuena fuertemente con los inversores institucionales y aquellos que manejan criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). A medida que la industria de los taxis autónomos va ganando tracción, las miradas están puestas en cómo los actores tradicionales y tecnológicos competirán en este terreno, especialmente con gigantes como Tesla y Waymo ya posicionados en el sector.
El mercado estará atento a las cifras del debut y al comportamiento de las acciones en los primeros días de cotización, percibiendo el resultado de esta oferta pública como un termómetro sobre el apetito inversor por nuevas tecnologías en transporte. De confirmarse el éxito de la operación, Cox estaría consolidando su lugar entre los actores fundamentales en la evolución del transporte urbano hacia modelos más inteligentes y autónomos.
El contexto económico global, las políticas regulatorias y el futuro de la movilidad sostenible serán factores fundamentales que determinarán el curso a mediano y largo plazo para Cox y para otras firmas en la carrera por el liderazgo en la nueva era del transporte.