Fast Retailing se desploma tras las acusaciones sobre el uso de algodón de Xinjiang
El gigante japonés Fast Retailing Co. Ltd., matriz de la reconocida cadena de ropa Uniqlo, vivió un duro revés el jueves en los mercados financieros. Sus acciones cayeron un 13,3% en la Bolsa de Tokio, destacándose como una de las mayores caídas en el índice Nikkei 225 durante la jornada. Esta fuerte reacción se dio horas después de que la compañía emitiera un comunicado en respuesta a un informe en el que se la acusaba de utilizar algodón proveniente de la polémica región de Xinjiang, China.
La controversia surge a partir de las reiteradas denuncias de organismos internacionales que aseguran que en Xinjiang se violan los derechos humanos, incluidos trabajos forzados de minorías étnicas como los uigures. En este contexto, el uso de algodón producido en esta región se encuentra bajo un creciente escrutinio global. En el informe, se señalaba a Fast Retailing como una de las empresas que no habría tomado medidas adecuadas para garantizar que sus cadenas de suministro estén libres de este material cuestionado.
En su respuesta, la empresa japonesa negó tajantemente las acusaciones, afirmando que «no utiliza algodón de Xinjiang» y que dispone de estrictos sistemas de auditoría para asegurar el cumplimiento de estándares éticos y laborales en su cadena de suministro. Asimismo, la firma indicó que sus operaciones están alineadas con las normativas internacionales y se comprometió a reforzar la transparencia en sus procesos de producción.
No obstante, las explicaciones de Fast Retailing no lograron apaciguar el nerviosismo entre los inversores. La caída bursátil borró buena parte de las ganancias que la acción había conseguido en los últimos meses, lo que deja a la compañía en una posición vulnerable frente a nuevas preguntas sobre su sostenibilidad ética y su reputación internacional. Además, esta situación evidencia el creciente peso que los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) tienen en el mercado.
La polémica en torno al algodón de Xinjiang no es nueva. Empresas de la talla de H&M, Nike y Zara ya han enfrentado controversias similares, generando tensiones tanto entre consumidores conscientes como con el propio gobierno chino, que niega las acusaciones contra la región. En muchos casos, las compañías se han visto atrapadas en una encrucijada entre mantener sus principios éticos y evitar represalias en el lucrativo mercado chino.
La profunda caída de Fast Retailing refleja una vez más cómo las preocupaciones éticas y geopolíticas pueden impactar directamente en el valor de mercado de empresas globales. El caso será sin duda observado de cerca por todas aquellas corporaciones que enfrentan presiones para garantizar prácticas responsables en sus cadenas de suministro.
