En un contexto global donde la igualdad de género está cada vez más en el centro de las agendas económicas y sociales, un reciente informe revela que en Marruecos, solo el 15% de las empresas están lideradas por mujeres. Este dato pone de manifiesto los desafíos que persisten para lograr una mayor representación femenina en la gestión empresarial, especialmente en regiones donde las barreras culturales y estructurales todavía limitan la participación de las mujeres en los niveles más altos de toma de decisiones.
Esta cifra fue destacada durante un foro sobre liderazgo femenino organizado en Casablanca, en el que se discutieron las oportunidades y retos que enfrentan las mujeres marroquíes en el ámbito empresarial. A pesar de que el porcentaje es bajo, expertos y panelistas subrayaron que hay un creciente reconocimiento de la importancia de promover la participación de las mujeres en posiciones directivas, no solo como un imperativo ético, sino también por su impacto positivo en la diversidad, la innovación y los resultados económicos de las organizaciones.
Entre los factores que dificultan el acceso de las mujeres a roles de liderazgo en Marruecos, se mencionaron las normas culturales, las responsabilidades familiares desproporcionadas y la falta de redes de apoyo profesional. Asimismo, se destacó que el entorno de negocios en el país todavía ofrece pocas políticas específicas diseñadas para fomentar la formación y el ascenso de mujeres en puestos de dirección.
A pesar de este panorama, las ponencias del foro resaltaron varias historias de éxito de mujeres dirigentes que han logrado romper barreras, así como iniciativas gubernamentales y privadas orientadas a fomentar una mayor inclusión. Entre estas, se encuentran programas de mentorías, capacitaciones y financiamiento para emprendedoras, que buscan empoderar a más mujeres para que puedan liderar empresas y proyectos con miras al crecimiento sostenible.
Para los expertos, el avance en este tema no solo pasa por equiparar las oportunidades, sino también por transformar la percepción colectiva sobre el papel de las mujeres en los negocios. Con una población femenina que representa casi la mitad del total del país, ampliar su participación en el liderazgo empresarial podría contribuir significativamente a la economía marroquí y a los esfuerzos por alcanzar un desarrollo más inclusivo.
En el plano global, Marruecos refleja una tendencia que aún es evidente en otros países, donde el número de mujeres en posiciones de liderazgo continúa siendo bajo. Sin embargo, la discusión pública y los compromisos adquiridos en foros como el realizado en Casablanca muestran que hay interés y voluntad por revertir esta realidad. Superar estos desafíos será clave para que el potencial de las mujeres líderes se traduzca en una mejora significativa para las economías locales y regionales.
A medida que más países enfrentan desafíos similares, Marruecos puede convertirse en un caso emblemático de cómo abordar el liderazgo femenino como una prioridad estratégica en el mundo empresarial.