Oshkosh Corp, bajo la lupa por posible revisión del contrato con el Servicio Postal de EEUU
En un giro inesperado que podría alterar sustancialmente los acuerdos establecidos con el gobierno estadounidense, las acciones de Oshkosh Corporation (NYSE: OSK), un destacado fabricante de vehículos especializados, sufrieron una importante caída en el mercado bursátil tras informes sobre posibles modificaciones en su contrato con el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés). Este contrato, valorado en varios miles de millones de dólares, había sido un punto de inflexión clave tanto para la empresa como para el sector.
La preocupación de los mercados se desató tras conocerse que el contrato otorgado a Oshkosh podría estar bajo revisión. El acuerdo en cuestión, firmado en 2021, contempla la producción de una nueva generación de vehículos para el Servicio Postal, incluidos modelos eléctricos y de combustión interna. Sin embargo, la presión política y ambiental está llevando a una posible reconsideración de algunos aspectos, posiblemente para priorizar una mayoría de vehículos eléctricos, alineándose así con los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero promovidos por la actual administración de Joe Biden.
El impacto inmediato de esta incertidumbre sobre el contrato fue un descenso del 9% en el valor de las acciones de Oshkosh Corp al cierre del pasado lunes. Los inversores reaccionaron con nerviosismo no solo por la amenaza de cambios financieros en el contrato, sino también por las posibles implicancias de reputación que esto podría tener para Oshkosh en futuros acuerdos gubernamentales.
Desde la empresa, no se emitió de inmediato un comunicado oficial para abordar las especulaciones, aunque analistas del sector interpretan que una eventual revisión podría involucrar modificaciones en los plazos de entrega, en el tipo de vehículos a producir o incluso en la cantidad total prevista. El mercado considera que Oshkosh está en una posición delicada, dado que una proporción significativa de sus ingresos depende de contratos con entidades gubernamentales.
Por otro lado, grupos ambientalistas vienen ejerciendo presión sobre el contrato de Oshkosh desde su firma, argumentando que no garantiza lo suficiente en términos de electrificación de la flota postal. Esta situación también ha vuelto a poner bajo el reflector a otras compañías del rubro, como Rivian y Workhorse, quienes previamente habían competido por este contrato multimillonario y podrían beneficiarse si se reabren negociaciones.
El reajuste en los valores de las acciones de Oshkosh refleja una creciente sensibilidad de los mercados hacia los desafíos que enfrentan las empresas manufactureras para mantenerse al día con las demandas de sostenibilidad y políticas públicas. El desenlace de esta situación podría tener implicancias de largo alcance, no solo para Oshkosh, sino también para la industria automotriz y la electrificación del transporte en Estados Unidos.
La atención continúa centrada en los pronunciamientos oficiales del USPS y del gobierno federal, que serán determinantes para aclarar el horizonte de este contrato estratégico y sus potenciales modificaciones.