La Justicia Europea desestima el recurso de Nord Stream 2 contra normativa de gasoductos
En un fallo que refuerza la regulación energética de la Unión Europea (UE), el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) rechazó este jueves el recurso presentado por Nord Stream 2, el controvertido gasoducto ruso-alemán, contra las normativas comunitarias que afectan a los gasoductos procedentes de países no pertenecientes a la UE. La sentencia representa un revés significativo para Gazprom, la gigante energética rusa, ya que refrenda la limitación de su control sobre la infraestructura en territorio europeo.
El caso se centra en la Directiva del Gas de 2019, una enmienda al reglamento que extiende las reglas del mercado interno de gas de la UE a las infraestructuras que conectan la Unión con terceros países. Esta normativa exige que la propiedad y operación de los gasoductos pertenezcan a diferentes entidades con el objetivo de evitar monopolios y garantizar la competencia justa en el mercado energético. Nord Stream 2 AG, la empresa operadora del gasoducto, argumentaba que estas leyes violaban el principio de igualdad, al aplicarse únicamente a infraestructuras fuera de la UE.
Sin embargo, el tribunal con sede en Luxemburgo declaró que la regulación en cuestión no viola ninguna normativa comunitaria y señaló que los objetivos de la Directiva, como diversificar las fuentes de energía y garantizar la seguridad en el suministro, son plenamente legítimos. La sentencia también enfatizó que la normativa tiene una aplicación general y no discrimina específicamente contra Nord Stream 2, pese a las tensiones geopolíticas que envuelven al gasoducto.
La decisión llega en un contexto de máxima sensibilidad energética en Europa, ya que la región intenta reducir su dependencia del gas ruso tras el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Nord Stream 2, una infraestructura que conecta directamente Rusia con Alemania a través del Mar Báltico, permaneció inactivo desde su finalización en 2021 debido a sanciones internacionales y la oposición de varios Estados miembros de la UE.
La sentencia no solo respalda el marco regulatorio de la Unión, sino que también refuerza una postura más firme frente a Rusia en materia energética. Asimismo, subyace al fallo la intención europea de fomentar la competencia en el sector energético al evitar la concentración de poder en manos de un solo actor como Gazprom, clave en el suministro de gas a Europa.
De esta manera, la resolución del máximo tribunal europeo supone un giro que refuerza los esfuerzos de la UE por diversificar sus fuentes energéticas y reducir presiones externas en el marco de un mercado global volátil. Mientras tanto, Nord Stream 2 sigue enfrentando un futuro incierto en medio de sanciones económicas y posturas regulatorias más estrictas.