El consumo en América Latina crecerá en 2025, pero será más selectivo, según Ipsos
El consumo en América Latina está en camino de experimentar un crecimiento moderado para el año 2025, aunque el panorama estará marcado por una mayor selectividad en las decisiones de los consumidores. Así lo revela un reciente informe de Ipsos, una de las principales firmas de investigación de mercados a nivel global, que examina las tendencias de consumo en la región en el contexto de un entorno económico y social desafiante.
Según el estudio, los consumidores latinoamericanos enfrentan actualmente una presión inflacionaria que ha obligado a priorizar el gasto en productos y servicios de primera necesidad, lo que se traduce en un comportamiento más cauteloso al momento de realizar compras. Además, el documento apunta a que el incremento en los costos de vida ha generado un enfoque más selectivo por parte de los clientes, quienes buscan maximizar el valor por su dinero al optar por marcas y productos que ofrezcan no solo calidad, sino también precios competitivos.
En este contexto, Ipsos señala que los sectores más ligados al consumo masivo, como alimentos y bebidas, serán los principales impulsores del crecimiento en los próximos años. Sin embargo, advierte que los patrones de consumo mostrarán una transición hacia categorías más premium en aquellos segmentos de la población con mayor capacidad adquisitiva. Esta tendencia refuerza la idea de un mercado cada vez más polarizado, con consumidores que buscan experiencias diferenciadas y personalizadas, mientras que otro grupo se enfoca en lo esencial.
Para las empresas, esto significa un cambio significativo en las estrategias comerciales. Los consumidores, señala el informe, otorgarán un mayor peso a atributos como sostenibilidad, responsabilidad social y la conexión emocional que las marcas puedan ofrecer. A su vez, las compañías que sean capaces de adaptarse a estas nuevas expectativas y construir relaciones de confianza tendrán mayores posibilidades de consolidarse en un entorno competitivo.
Asimismo, Ipsos resalta la creciente importancia del comercio electrónico en la región, un fenómeno que se aceleró con la pandemia de COVID-19 y que continúa ganando fuerza. A medida que más personas adoptan la tecnología como una herramienta de compra habitual, las marcas deberán invertir en plataformas digitales y en una logística eficaz para responder a las demandas de un público cada vez más exigente.
En resumen, el informe de Ipsos dibuja un escenario mixto para el consumo en América Latina. Aunque se espera un crecimiento en los próximos años, la cautela y la selectividad marcarán el ritmo del mercado, con consumidores más comprometidos y empresas que deberán reinventarse para mantenerse relevantes. En esta nueva dinámica, la competencia no solo se medirá en precios, sino también en la capacidad de ofrecer valor agregado.