La rupia india alcanza un mínimo histórico tras el escándalo del Adani Group
En medio de una creciente incertidumbre en los mercados internacionales, la rupia india tocó un nuevo mínimo histórico frente al dólar estadounidense, impactada por las repercusiones del escándalo que envuelve al conglomerado industrial Adani Group. La moneda asiática cayó hasta las 83,23 unidades por dólar, una cifra que no se había registrado anteriormente y que refleja la magnitud de la tensión económica que vive la India.
La crisis surgió tras la publicación de un informe del grupo de investigación Hindenburg Research, que acusa al gigante industrial de fraude contable y manipulación de acciones. Adani Group, liderado por el multimillonario Gautam Adani, ha estado en el ojo público desde que esta investigación salió a la luz, lo que ha desatado una ola de ventas masivas en los mercados financieros. El impacto directo sobre la confianza de los inversores internacionales está pasando factura no solo al conglomerado, sino también a la economía india en general.
Según los analistas, los inversionistas están retirando capital extranjero tanto de los mercados accionarios indios como de bonos de deuda soberana, debido a un nerviosismo creciente sobre la gobernanza corporativa en el país. Esto ha añadido presión adicional sobre la rupia, cuyos niveles ya venían debilitándose debido a factores externos como la política monetaria agresiva de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha fortalecido al dólar.
Las autoridades monetarias del Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés) han intentado contener la caída de la moneda mediante intervenciones en el mercado de divisas, aunque las acciones parecen no haber logrado estabilizar el tipo de cambio por el momento. En un contexto de elevadas tensiones, los economistas advierten que esta situación también podría obligar a la autoridad monetaria a subir las tasas de interés, profundizando los riesgos para el crecimiento económico del país.
El impacto no ha sido solo financiero. Este episodio también está poniendo en jaque la reputación del sistema corporativo y financiero de la India, una nación que en los últimos años había atraído a un volumen significativo de inversión extranjera gracias a sus altas tasas de crecimiento. «Los mercados están cuestionando el nivel de control regulatorio en las empresas indias, lo que podría tener un efecto prolongado en el atractivo del país como destino de inversión», sostuvo un economista de un banco internacional en comentarios recogidos por la prensa local.
Mientras tanto, grupos como Adani han negado las acusaciones y han anunciado medidas legales contra Hindenburg, pero el daño inmediato parece estar lejos de disiparse. Con los mercados atentos a cualquier evolución en el caso, la situación continúa siendo una prueba importante para el gobierno y los reguladores indios, quienes enfrentan presiones crecientes para fortalecer la confianza de los inversores.