El acceso al mercado de viviendas en Argentina se complicará más en los próximos años, según estudio
El panorama para quienes buscan adquirir una vivienda en Argentina se torna cada vez más incierto. De acuerdo con un informe reciente elaborado por la Cátedra de Vivienda de la Asociación Profesional de Agentes Inmobiliarios y la Universitat Pompeu Fabra (API-UPF), se espera que en 2025 las condiciones para acceder al mercado de compra de viviendas sean incluso más restrictivas que las actuales. Este pronóstico refuerza la percepción de una creciente desigualdad en el acceso a la vivienda, en particular para los sectores de ingresos medios y bajos.
El estudio subraya que la principal causa de esta tendencia se encuentra en el estancamiento del ingreso real de los argentinos frente a un aumento sostenido en el costo de acceso a propiedades. Además, variables macroeconómicas como la inflación persistente, la volatilidad cambiaria y las tasas de interés elevadas están erosionando la capacidad de ahorro y crédito de los potenciales compradores. Estas condiciones han creado un escenario en el que adquirir una vivienda se ha convertido en un objetivo cada vez más lejano para la clase media del país.
Otro aspecto clave destacado en el informe tiene que ver con la baja disponibilidad de financiamiento hipotecario. Mientras en otros mercados internacionales el acceso a créditos a largo plazo representa una herramienta fundamental para la compra de inmuebles, en Argentina esta opción sigue siendo limitada debido al contexto macroeconómico y financiero. Las altas tasas de interés en el sistema local, sumadas a la inflación anual de más del 100% que se viene registrando en los últimos tiempos, han generado un desaliento en la oferta y demanda de hipotecas.
En términos de proyecciones, la API-UPF indica que, sin reformas estructurales en el sector inmobiliario y el sistema de financiamiento, las brechas de acceso a la vivienda continuarán profundizándose. A pesar de estas dificultades, el estudio no descarta que existan oportunidades para mejorar la situación, como la implementación de políticas públicas que impulsen la construcción de viviendas accesibles y fomenten mecanismos de ahorro que protejan a los compradores de la inflación.
Finalmente, el informe sitúa esta problemática como parte de una crisis estructural más amplia del mercado inmobiliario, no solo en Argentina, sino también en otros países de la región. Sin embargo, enfatiza que las condiciones socioeconómicas locales agravan particularmente el caso argentino, dejando un desafío importante tanto para los responsables de diseñar políticas públicas como para los actores del sector privado que forman parte de la industria.
Este análisis invita a reflexionar sobre cómo abordar el déficit habitacional en un contexto de inestabilidad económica, con miras a 2025 y más allá, para garantizar que el sueño de la casa propia no se convierta en un privilegio exclusivo para unos pocos.
