En una jornada financiera marcada por la volatilidad, el índice IBEX 35 retrocedió este martes tras el impacto de la apertura en rojo de Wall Street, la principal plaza bursátil del mundo. Aunque el selectivo índice español había iniciado la sesión con un moderado avance, una vez que el mercado estadounidense dio el pistoletazo de salida con caídas significativas, el IBEX se replegó y pasó del verde a terreno negativo en el transcurso de la jornada.
Al cierre de esta edición, el IBEX 35 retrocedía un 0,4%, situándose en torno a los 9.270 puntos, arrastrado por el comportamiento negativo de valores clave. Las caídas estuvieron lideradas por sectores como el bancario y el energético, que vieron afectadas sus cotizaciones en medio de un contexto de incertidumbre global. Compañías como BBVA que llegó a caer más de un 2%, Repsol y Endesa fueron algunas de las más perjudicadas en la Bolsa de Madrid.
La apertura de Wall Street, que empezó en negativo, generó un efecto dominó en las bolsas europeas. Los principales índices estadounidenses, como el Dow Jones y el S&P 500, marcaron descensos cercanos al 1% debido a las preocupaciones renovadas sobre las políticas monetarias de la Reserva Federal. Los inversores temen más subidas de tasas de interés en el corto plazo, lo que podría seguir poniendo presión a los mercados de renta variable a nivel global.
Esta corrección en los mercados se produce en una coyuntura desafiante, con crecientes incertidumbres respecto a la inflación y la política monetaria. A lo largo de las últimas jornadas, la atención de los inversores ha estado puesta en los mensajes del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ha advertido en varias ocasiones sobre la persistencia de una inflación elevada, lo que implica la posibilidad de nuevas subidas de tipos de interés en los próximos meses.
Los mercados europeos, que habían comenzado la jornada con resultados mixtos, vieron así cómo el efecto de Wall Street también arrastraba a índices como el DAX alemán y el CAC 40 francés, que terminaron sus sesiones en números rojos, en línea con lo sucedido en la bolsa española.
De esta manera, la sintonía entre los principales mercados internacionales reforzó la percepción de los inversores de que las incertidumbres macroeconómicas seguirán pesando en el corto y mediano plazo, limitando los impulsos alcistas. Adicionalmente, los precios del crudo también registraron leves caídas en la jornada, lo que afecta de manera directa a los sectores vinculados a este commodity, como las petroleras.
En definitiva, el panorama muestra una clara influencia de Wall Street sobre las bolsas europeas, especialmente ante cualquier señal de endurecimiento de las políticas monetarias. Los inversores seguirán atentos esta semana a las novedades provenientes de Estados Unidos, con la esperanza de obtener pistas sobre el rumbo macroeconómico en el último trimestre del año.