La empresa QEV Technologies, especializada en la movilidad eléctrica, ha anunciado su desvinculación del proyecto que buscaba sustituir a la planta de Nissan en Barcelona, un plan impulsado por el Consorcio de la Zona Franca y la Generalitat catalana. La retirada de QEV, que era uno de los principales impulsores de la electrificación de la antigua factoría de la automotriz japonesa, ha sido llevada a cabo a cambio de una indemnización de 3 millones de euros, según ha confirmado la compañía.
El plan original, que tenía como objetivo convertir las antiguas instalaciones de Nissan en un centro neurálgico para la producción de vehículos eléctricos, contaba con un consorcio conocido como D-Hub, liderado por QEV Technologies y Btech. Este proyecto fue considerado anteriormente como el más prometedor para ocupar las plantas que Nissan dejó vacantes tras su cierre en diciembre de 2021. La iniciativa buscaba reutilizar la infraestructura ya existente y proveer empleo a muchos trabajadores que quedaron desempleados con el cese de la actividad de Nissan en la región catalana.
No obstante, según versiones del entorno de QEV, la decisión de apartarse del proyecto se debió a las dificultades prácticas y económicas que surgieron durante el proceso. Entre los retos que enfrentó la empresa se encuentra la gestión del consorcio, así como la complejidad para conseguir el volumen de inversión que hubiera permitido que la iniciativa fuera financieramente viable. Fuentes cercanas al caso también han señalado problemas relacionados con los acuerdos alcanzados con las administraciones públicas, que habrían generado tensiones adicionales.
A pesar de esta salida, QEV Technologies ha indicado que no se desvincula completamente del sector de la movilidad eléctrica en España. La empresa continuará centrada en desarrollar soluciones tecnológicas en este ámbito, pero ha considerado que mantener su protagonismo en el D-Hub ya no resulta sostenible. Con la retirada, QEV también libera sus compromisos con las fases siguientes del proyecto, cuyo futuro ahora debe reestructurarse ante este cambio.
El grupo Btech, por su parte, sigue interesado en continuar con el plan de revitalización de la planta de Nissan, aunque es previsible que busquen otras alternativas de socios para ocupar el rol tecnológico que había asumido QEV. A su vez, las autoridades catalanas han mostrado su intención de explorar diferentes opciones para asegurar que el proyecto no se detenga pese a las dificultades que ha atravesado en los últimos meses.
De esta forma, la reorganización del D-Hub y la búsqueda de inversores sigue siendo un tema crucial para el futuro industrial de esta zona de Barcelona. Con la salida de un actor relevante como QEV Technologies, el panorama se complica, pero las partes involucradas siguen manteniendo la esperanza de desarrollar una alternativa de movilidad sustentable en las antiguas naves de Nissan.