El Banco Central Europeo (BCE) instó a las entidades financieras a prepararse para un entorno de mayores riesgos geopolíticos, en un contexto marcado por crecientes tensiones a nivel global. En sus comunicaciones más recientes, el organismo regulador remarcó la necesidad de que la banca fortalezca su capacidad para enfrentar posibles escenarios adversos, especialmente derivadas de las tensiones entre grandes potencias y los efectos colaterales que esto podría tener en la economía mundial.
Durante una conferencia, Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE, señaló que las entidades financieras deben reconocer la creciente influencia de los factores geopolíticos en las dinámicas de riesgo y actuar en consecuencia. «Es crucial que los bancos revisen sus planes de contingencia», señaló, haciendo referencia a la reconfiguración de cadenas de suministro que varios sectores están experimentando y a los impactos que las sanciones y contrasanciones internacionales pueden tener sobre las actividades comerciales.
La preocupación principal gira en torno a la exposición de los bancos a las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania, las fluctuaciones en los precios del gas y del petróleo, y las incertezas emanadas del conflicto entre China y Estados Unidos. Estas tensiones, según Enria, representan una amenaza tanto para la estabilidad de las carteras crediticias, como para la continuidad operacional de las principales entidades financieras de la región europea.
Además, el funcionario del BCE enfatizó la importancia de gestionar los riesgos derivados de las ciberamenazas, un aspecto crecientemente relevante en un contexto donde estas pueden ser utilizadas como «armas» en conflictos geopolíticos. El BCE destacó la necesidad de que los bancos fortalezcan sus sistemas de defensa frente a posibles hackeos o sabotajes que provengan de actores respaldados estatalmente o grupos con motivos financieros.
El llamado del BCE también coincide con los esfuerzos de diversas autoridades regulatorias a nivel global por mejorar los estándares de capitalización del sector financiero. Más allá de hacer frente a riesgos inmediatos, como la subida de los tipos de interés, las entidades deberían anticiparse a shocks económicos que estas tensiones pueden generar, tanto en los mercados financieros como en la economía real.
Por último, Enria sostuvo que, además de la intervención directa de regulación, es importante elevar el nivel de preparación de los bancos a través de mecanismos internos de gobernanza y una cooperación internacional más fluida que permita detectar a tiempo los peligros que podrían surgir de las tensiones entre grandes potencias. «No podemos subestimar el impacto colateral que estos eventos geopolíticos pueden tener en el sistema financiero», concluyó.